Vivir el Evangelio
Viva el amor incondicional y la alegría del Evangelio.
Cómo vivimos el Evangelio
Nuestra fe es siempre personal, pero nunca debe ser meramente privada.
El amor y la alegría que experimentamos en nuestra relación con Jesús deben irradiarse a todos los que conocemos.
Siempre debemos estar preparados para dar testimonio de nuestra fe, tanto al compartir la historia de cómo Jesús ha cambiado nuestras vidas como a través de actos de amoroso servicio a los demás.
“Esté siempre dispuesto a dar una explicación a cualquiera que le pida una razón de su esperanza”.
1 Pedro 3,15
Comience con la reflexión
Haga un inventario de su fe. Dedique unos minutos a hacerse estas preguntas.
¿A quiénes admiro por la forma en que dan testimonio de su vida cristiana?
¿Cómo soy testigo públicamente de la vida cristiana con otros católicos? ¿En la comunidad en general?
¿En qué situaciones y con qué personas me resulta más difícil esto?
¿Me están llamando estos desafíos a una conversión y una confianza más profundas en Jesús? ¿Cómo?
Amor y alegría en acción
¿Busca inspiración? Vea estas historias de católicos locales que ponen en acción el amor y la alegría del Evangelio en sus comunidades.
Christine Schoeler, de la parroquia St. Hubert en Langley, ofrece acogida a las almas con su espíritu lleno de gozo y sopa calentita para las personas sin hogar y otras personas que necesitan alimento y sentido de comunidad.
Los participantes en el Proyecto de Servicio Ágape de la arquidiócesis edifican las relaciones con aquellos a quienes sirven, "conociendo a las personas, y de esa manera, encontrando a Cristo".
Aleah y Aires Patulot han encontrado fuerza en la Eucaristía para alimentar su matrimonio, su vida familiar con sus cuatro hijos y sus años de ministerio.
Utilizando cuentas de plástico e hilo, un grupo de mujeres en la parroquia de Santa Teresa de Calcuta en Woodinville están trabajando para difundir la devoción del rosario en todo el mundo.
Mirya Muñoz-Roach es la primera mujer directora ejecutiva en los 100 años de historia de San Vicente de Paul de Seattle-King County, organización que ayuda a cubrir las necesidades urgentes de nuestros vecinos.
La parroquia St. Pius X en Mountlake Terrace discernió que el Espíritu Santo los estaba guiando "a hacer más por los pobres, necesitados y vulnerables".